Derecho a la salud en la Pandemia Covid-19: El Derecho a la Salud

¿Qué es?

Este derecho es muy fundamental como cualquier otro, y todos, ya sean niños, jóvenes, madres o personas de la tercera edad lo poseemos ya que nos permite el acceso a toda atención médica de manera eficiente y rápida, esto implica todo tipo de tratamientos para enfermedades o afecciones y también nos ayuda a controlar cada cierto tiempo nuestro estado físico y mental. La salud está relacionada con otros derechos que permiten que esta sea posible, tales como el derecho a la adecuada alimentación y nutrición, derecho al agua, a una vivienda, o al trabajo en buenas condiciones. Es de suma importancia que el personal médico sea suficiente, bien capacitado y cuente con integridad, para así brindar un buen servicio a todos sus pacientes por igual, también es necesario que los centros de salud estén cercanos, dispongan de todo tipo de insumos médicos y acceso a medicamentos esenciales.

Imagen sacada de El Telégrafo

Foto sacada de El Universo

¿Por qué es tan importante este derecho en nuestras vidas?

La respuesta es simple, nos permite disfrutar de una vida sana, con un buen bienestar físico y emocional, donde recibimos tratamientos para cualquier enfermedad que tengamos o queramos prevenir y personas vulnerables como niños o bebés no estén expuestos a complicaciones de salud; a través de este derecho contamos con acceso a vacunas eficaces que nos protegen de enfermedades infecciosas o virus. Gracias a profesionales especializados en esta área podemos gozar de una buena salud en la que nuestros malestares tienen una solución.

Imagen tomada de El Universo

Foto tomada de Ministerio de Salud Pública

¿Cómo se denigró el derecho a la salud ahora en la emergencia sanitaria?

Si ya antes el Sistema de Salud era deficiente, ahora con la pandemia lo es más.
Bien es cierto que este derecho implica que cada ciudadano cuente con una buena atención médica y tengan acceso a hospitales y medicamentos, sin embargo, actualmente se ha ido excluyendo este tipo de servicios. Un ejemplo serían las varias personas pertenecientes a parroquias que no cuentan con hospitales cercanos para poder ser atendidos con rapidez y la mayoría de esta gente opta por viajar a las ciudades que ahora con la pandemia la situación es peor con referencia a la alta cantidad de contagiados y las diferentes variantes de covid-19 que se encuentran ahí, unas peores que otras; encontrar clínicas seguras y con espacios libres es casi imposible, si la espera en el viaje no era suficiente, también tienen que esperar un largo tiempo para ser atendidos. Personas que acuden a varias farmacias para comprar fármacos regresan sin nada en las manos ya que los medicamentos en su mayoría están agotados o a altos costos. Además, para conseguir los tratamientos debidos para la covid-19 tiene un alto valor, personas incapaces de pagarlo se ven en la obligación de hacer cuarentena desde casa, sin poder hacer nada al respecto, con el miedo de contagiar a sus familiares y sin la posibilidad de contar con algún apoyo médico.
Desafortunadamente, hay mucha gente particular que se aprovecha de esta pandemia poniendo a precios elevados la venta de mascarillas e inclusive vendiendo vacunas falsas contra el covid-19 para ganar gran cantidad de dinero estafando a las personas, como ejemplo lo que sucedió a inicios de este año 2021 en enero, en la ciudad de Quito, Ecuador:

No obstante, las eficaces vacunas contra la covid-19 están disponibles y ya están siendo adquiridas en cualquier parte del mundo donde cada país tiene su respectivo plan de vacunación. A esto también se incluye el derecho a la salud, porque todos tenemos el derecho de tener acceso a las vacunas de manera gratuita y protegernos, podemos decir que ahora este derecho está siendo promocionado a comparación de lo que era a comienzos de la pandemia, sin embargo, varias personas se rehúsan a vacunarse porque creen en las noticias falsas que se difunden por el internet o de boca en boca. Al recibir la vacuna es completamente normal que tengamos síntomas leves y temporales, como el dolor de brazo, fiebre baja, dolores de cabeza y en algunas ocasiones sueño. Aunque las vacunas no nos protegen completamente del coronavirus, nos ayudan para no ir a parar en un hospital gracias a los anticuerpos que nos proporcionan, pero aún así debemos seguir usando mascarillas y evitar lugares aglomerados ya que como mencioné anteriormente, no estamos 100% inmunes de no contraer el virus.